CUADERNO DE LABORATORIO: O el peligro de la belleza de El Libro Feroz.
Siempre me ha sido imposible salir indemne de cualquier libro de Carmen Ramos. Creo que tiene apalabrado un resultado con mis sentidos. Lejos, muy lejos del ruido y de inundaciones que simulan un aparente desconcierto.“Cuaderno de laboratorio” destila pureza en la cuenca de la vida para jugar, entre gradillas y tubos de ensayo, a ponerle valor al TIEMPO. Donde además, las acertadísimas ilustraciones de Francisca Alfonso hacen de bureta para emitir cantidades variables de líquido (poesía) con gran exactitud y precisión. Un cuaderno con el que llegas al descubrimiento sorprendente si llegas de forma secuencial. O no.
Porque etiquetar con LETRA MAYÚSCULA es conocer los acordes verdaderos mientras “hay un poeta que limpia a conciencia su casa y se le acaba de romper el escurridor de la fregona”. Sigo lejos de lo artificial. También he descubierto que “yo quiero ser la novia de Bob Dylan” y no mirar atrás. Sentirse la elegida entre el aire, el fuego, el agua y no dejar nunca de tocar TIERRA. Cuerpo primario en la definición del adjetivo si se mezclan bien, como es el caso, las PALABRAS PRESTADAS. Me atreví a coger con pinzas de Crisol, no podía ser de otra forma, cualquier ADJETIVO SECRETO de esos que viven conmigo y entienden de pronombres. “Los niños salvajes que reían afilados / nos dejamos golpear la sien por la gran ola”. NOTA: ¿Cómo utilizar un densímetro en un haiku para que huela a JAZMINES? El punto en el que la superficie del líquido (poema) toca el vástago del densímetro es posible observar la escala graduada el cual permite la lectura de la medida de densidad relativa del líquido (poema). “El ruido del agua, el olor a jabón: está amaneciendo”. Lo dicho, este cuaderno recoge cortesía y disconformidad. Peligro de belleza en su conjunto. Se recomienda leer sin misericordia alguna y mezclar hasta que llegue la reacción. No se va a quedar SIN CLASIFICAR.